Google abre la millonaria caja de las tecnológicas


Cuando Google anunció el pasado lunes su acuerdo para comprar Motorola Mobility por 12.500 millones de dólares (unos 8.700 millones de euros) en efectivo, estaba claro que la compañía había decidido abrir su multimillonaria caja, acumulada a lo largo de los últimos años. De hecho, el buscador contaba al término del segundo trimestre con más de 39.100 millones de dólares entre tesorería, productos de liquidez e inversiones a corto plazo. Una fortuna que ha utilizado para hacer la mayor compra de su historia (hasta ahora era la de DoubleClick por 3.100 millones).

Pero no era la primera gran operación protagonizada este año por uno de los millonarios de la tecnología. La pasada primavera, Microsoft, que tiene un tesoro de más de 42.000 millones de dólares, anunció la compra de Skype por más de 8.000 millones. En términos globales, y según publicó la pasada semana Ernst & Young, las fusiones y adquisiciones en la industria tecnológica movieron más de 52.000 millones en el segundo trimestre, la mayor cifra desde el año 2000, en plena efervescencia de la burbuja del puntocom. Esta tendencia de consolidación ha venido motivada, en buena medida, por el músculo financiero del sector TIC. Y es que, a final de junio, las 25 principales compañías tecnológicas tenían acumulado, entre tesorería e inversiones a corto y largo plazo, 591.000 millones de dólares, un 18% más que en la misma fecha de 2010. Solo Apple tiene más de 76.000 millones.

Con estos antecedentes, parece que las empresas se están dando cuenta de que hay que dar salida a ese dinero. Muchos inversores quieren que se haga algo, sobre todo si, en el caso de Apple y Google, no se pagan dividendos. Es tal el poderío alcanzado por estos grupos tecnológicos que a sus responsables parece darles lo mismo que se esté entrando en un periodo de nueva recesión económica o que los mercados financieros estén viviendo una tremenda sacudida a causa de la crisis de deuda en Europa y EE UU. Así, por ejemplo, la casa de Bolsa Stifel Nicolaus indicó que los 12.500 millones que Google va a gastar en Motorola Mobility pueden ser generados por la empresa en cinco o seis trimestres como mucho.

Así, está claro que los gigantes son cada vez más grandes y cada vez más poderosos que otros rivales. En la industria se ha llegado a hablar del fin de la "clase media" en las empresas tecnológicas, donde los grandes grupos están engullendo a las empresas de tamaño medio, quedando cada vez un número menor. Y todo porque los grandes grupos tecnológicos, a pesar de la crisis, no han cejado en su búsqueda de nuevos objetivos dentro de su pasión compradora que van desde la adquisición de otras empresas que han creado tecnologías que ellos no han podido desarrollar por si mismos, hasta la compra de compañías que les han dado entrada en nuevos negocios.

Dentro de esta línea, el movimiento protagonizado por Google ha venido a sacudir el conjunto de la industria del móvil. Con la compra de Motorola Mobility, para muchos sorprendente, el buscador se va a hacer con el control del octavo fabricante mundial de teléfonos móviles. La antigua filial de móviles del histórico fabricante estadounidense va a vender este año 22 millones de dispositivos entre smartphones y tablets.

Todos, por supuesto, equipados con Android, el sistema operativo impulsado por Google, con el que Motorola decidió casarse en su refundación. Ante este escenario de control de Motorola Mobility por parte del popular buscador, las incógnitas se centran en saber qué pasará con las profundas relaciones que Google tiene con otros fabricantes como Samsung, LG, HTC, Sony Ericsson, Huawei y ZTE, que optaron por Android para muchos de sus smartphones y tablets.

La consultora IHS iSuppli publicó ayer un informe en el que se apunta que Motorola Mobility ayudará a Google a desarrollar nuevas prestaciones y puede ser un departamento de I+D para ampliar el desarrollo de Android, que ha sido siempre el bastión del gigante de internet en su pugna con Apple por el control del negocio de los sistemas operativos para smartphones. Estos expertos recuerdan que ambas empresas siempre han tenido una buena relación que ha permitido que el fabricante estadounidense fuera uno de los primeros en incorporar a sus equipos las nuevas versiones de Android como por ejemplo el tablet XOOM.

Ahora bien, IHS iSuppli también señala que Google ha usado dispositivos de Samsung y HTC para mostrar los avances de Android, relación que podría cambiar en favor de Motorola, que se va a convertir en filial de Google tras una millonaria inversión. Si la relación preferencial entre Google y Motorola se amplía, hay coincidencia entre algunos analistas en que los fabricantes buscarán otras alternativas en los sistemas operativos y una de ellas es el Windows Phone de Microsoft. La consultora Pyramid Research advirtió que la operación protagonizada por Google podría no ser una buena operación para el resto de fabricantes que apostó por Android a medio y largo plazo. "A medio plazo, esperamos que el anuncio fortalezca los compromisos con Windows Phone de empresas como Samsung, LG, HTC y Sony Ericsson", indicó la firma.

Opciones de Microsoft.
Para Microsoft, que tiene una alianza estratégica con Nokia para introducir Windows en los smartphones del fabricante finlandés, la firma de nuevos acuerdos con otros fabricantes podría proporcionar unos ingresos anuales de entre 600 y 1.200 millones de dólares en concepto de royalties, según Stifel Nicolaus. Claro que las especulaciones en los mercados se han centrado en la posible respuesta de Microsoft a Google a través de la compra de la propia Nokia o de RIM, el creador de la Blackberry.

Pero, de momento, Google ha reiterado una y otra vez que, pese a comprar Motorola Mobility, no va a cambiar las relaciones con otros fabricantes. Según el buscador, Android seguirá siendo una plataforma abierta para todas las empresas que quieran. En la presentación del acuerdo, Larry Page, consejero delegado de Google, insistió una y otra vez en el gran peso de las 17.000 patentes de Motorola.

En este sentido, parece que con la adquisición, el buscador quiere defender al ecosistema vinculado a Android ante la ofensiva de demandas judiciales por violación de las demandas. Un movimiento, en opinión de diversos analistas, defensivo, especialmente tras la compra del portfolio de patentes de la canadiense Nortel por parte de un consorcio en el que participaban Apple y Google.

Tanto si es un movimiento defensivo en las patentes como si es una ofensiva en el móvil frente a Apple, Google ha decidido tirar de chequera. Y de una u otra manera, el buscador quiere rentabilizar la inversión, en definitiva, ganar dinero. Este millonario movimiento, además, podría llevar a otros gigantes tecnológicos a utilizar sus amplias carteras en operaciones a gran escala.

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