La parte sur de la cordillera subandina, una zona en la que habitan más de dos millones de personas, está expuesta a un riesgo sísmico significativamente superior a lo previamente supuesto por los expertos, publica esta semana Nature Geoscience en su versión en la red. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Hawai (EEUU) plantea que la magnitud de un sismo en la zona podría llegar a un máximo de entre 8,7 y 8,9 grados en la escala de Richter, en contraste con los 7,5 grados anteriormente estimados.
El grupo de estudiosos, liderado por el investigador Benjamin Brooks, utilizó un GPS para crear un mapa de los movimientos en la superficie terrestre a lo largo del flanco oriental de la cordillera de los Andes. Esta técnica les permitió descubrir que una sección poco profunda al este de la zona, de unos 100 kilómetros de longitud, está encajada entre placas tectónicas en movimiento, lo que genera tensión entre estas estructuras. Si esta sección se quebrara por la fuerza de un terremoto producido por el choque de las placas, la magnitud del temblor podría alcanzar hasta 8,9 grados.
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