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Rootear un teléfono con Android es lo mejor que podemos hacer. Y es que, a pesar de ser un teléfono “abierto”, por motivos de seguridad, Google protege algunos segmentos del celular para evitar que, casualmente, lo terminemos malogrando.
“Rootear” viene de conseguir “root”, o la cuenta raíz del sistema. Esto nos permite hacer prácticamente lo que queramos con el teléfono. O mejor dicho, permite a aplicaciones hacer lo que quieran. Es de esta manera, por ejemplo, que podemos correr SetCPU, que modifica el voltaje del equipo para que éste consuma menos cuando esté con la pantalla apagada o, quizás, cuando el teléfono no esté trabajando mucho. Es con root también que podemos correr aplicaciones como Barnacle Wifi Tether, que nos permiten compartir nuestra conexión a internet, aún así no tengamos Froyo.
Pero rootear trae consigo otra ventaja: podemos instalarle firmares personalizados, o custom firmwares, como el famoso Cyanogen Mod. Esto es sumamente útil cuando, por ejemplo, se trata de un fabricante de teléfonos algo flojo que termina demorando el update por meses y meses o, finalmente, nunca lo actualiza. Gracias a los custom ROMS, por ejemplo, incluso el primer teléfono con Android, el HTC Magic G1, puede correr Froyo.
Pero no todos los teléfonos son igual de fáciles de rootear. Rootear mi Milestone de Motorola, por ejemplo, fue un dolor de cabeza. Cuando hice lo mismo con un X10 Mini Pro, no debo haber tardado más de 15 minutos.
Por este motivo, se ha creado public:root_friendly, una suerte de Wiki donde encontraremos información actualizada de los equipos que son más fáciles de rootear. La lista no cuenta todavía con muchos modelos, pero con el tiempo. quizás se vuelva un recurso esencial, pues mientras más fácil sea rootear el teléfono, más fácil será actualizarlo con custom ROMS.
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