El encuentro entre la Stardust-Next y Tempel 1 ocurrirá esta noche a 336 millones de kilómetros de la Tierra.
La nave espacial Stardust-NExT tiene una cita hoy a 336 millones de kilómetros de la Tierra con el cometa Tempel 1, al que fotografiará para estudiar los cambios que ha sufrido la superficie de este cuerpo celeste que gira alrededor del Sol. Coincidiendo con el día de San Valentín, la nave se dirige a toda velocidad para no llegar tarde a su cita con el cometa, prevista a las 23.37 hora de la costa este de EE.UU. (la misma hora que en Perú).
Ese será el momento en el que más cerca estén el uno del otro, a unos 200 kilómetros de distancia, calculan los científicos, cuando Stardust aprovechará para fotografiar no sólo como recuerdo de su romántica velada sino para continuar con las investigaciones en la Tierra. Su misión es tomar imágenes de alta resolución de la superficie del cometa y utilizará sus instrumentos para medir la composición, la distribución y el flujo del polvo emitido por el material que rodea el núcleo del cometa. La nave está equipada con un escudo protector para desviar partículas potencialmente peligrosas.
Durante el sobrevuelo, la nave capturará 72 imágenes que guardará en un computador de a bordo y posteriormente enviará a la Tierra para su procesamiento, que comenzará aproximadamente a las 8.00 GMT del 15 de febrero ( 3 a.m., hora peruana), en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la Nasa.
UNA AMPLIA INVESTIGACIÓN
La sonda continuará el trabajo de investigación iniciado en julio de 2005, cuando la nave Deep Impact lanzó un proyectil contra la superficie del Temple 1 para estudiar su composición a través de la materia desprendida a causa del impacto. La nave cuenta con sistemas capaces de captar imágenes del cráter creado por el proyectil, que los científicos esperan que aporten una gran cantidad de datos que les permita arrojar algo de luz sobre la formación de los cometas.
La sonda continuará el trabajo de investigación iniciado en julio de 2005, cuando la nave Deep Impact lanzó un proyectil contra la superficie del Temple 1 para estudiar su composición a través de la materia desprendida a causa del impacto. La nave cuenta con sistemas capaces de captar imágenes del cráter creado por el proyectil, que los científicos esperan que aporten una gran cantidad de datos que les permita arrojar algo de luz sobre la formación de los cometas.
Los cometas, esos cuerpos irregulares formados de hielo y polvo que orbitan alrededor del Sol, son para los científicos la muestra “congelada” de los restos que quedaron tras la construcción del sistema solar. El colapso de una enorme nube de gas y polvo hace unos 4.500 millones de años fue lo que dio origen al sistema solar, por eso el estudio de los cometas podrían dar pistas sobre cómo fue su nacimiento.
La sonda Stardust fue lanzada el 7 de febrero de 1999, con la misión de explorar un cometa como nunca antes se había hecho y desde entonces ha recorrido 5.600 millones de kilómetros de nuestra galaxia. En 2004, se convirtió en la primera misión espacial en recoger directamente partículas de un cometa, el Wild 2, así como muestras de polvo interestelar, que fueron devueltas a la Tierra a través de una cápsula que aterrizó en el desierto de Utah en 2006.
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