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Ambam el gorila es el más reciente ejemplo de un animal que sorprende a propios y extraños al comportarse como todo un ser humano.
Y es que después de ver el popular video (más de un millón de visitas en YouTube), en el que el curioso gorila se para y camina en dos pies, como todo un humano; nos preguntamos cuántos otros graciosos especímenes en todo el mundo nos muestran diariamente la delgada línea que existe entre nuestros mundos.
Desde elefantes que utilizan troncos de árboles para cavar la tierra en busca de agua, pasando por ratas que ríen incontrolablemente, y encontrando a ballenas que se comunican con canciones; el reino animal nos ofrece cada vez más mayores ejemplos de su evolución y, aunque muchos no lo crean, inteligencia.
Asimismo, la creencia de que los animales no pueden sentir tristeza, porque la tristeza es la consecuencia cognitiva de una acción, queda cada vez más en el olvido.
Con toros que lloran cuando son brutalmente torturados con espadas, perros que siguen buscando inconsolablemente a sus dueños aún después de las muertes de ellos (véase el caso Hachikō), y reses que tiemblan apenas escuchan las máquinas industriales que las llevan a la muerte, esta creencia va quedando, poco a poco, sin mucho fundamento.
¿Quién sabe? Si los animales continúan actuando como seres humanos, muchas especies en el planeta podrían estar listas para dar un nuevo salto en la evolución, dejando a los seres humanos con un gran reto por delante: evolucionar en nuestra propia raza.
Después de todo, Charles Darwin sentó los precedentes de los cambios naturales en los seres vivos, demostrando, hace muchos años, la infalible teoría de la evolución y selección natural.
Posted in: Futurismo
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